Las faloplastias son un grupo de cirugías que tienen como objetivo incrementar las dimensiones del pene. Aunque han sido empleadas tradicionalmente en pacientes con dimensiones por debajo de la media, hoy en día es solicitada también por varones que desean mejorar más un pene de dimensiones normales. Aunque existen varias formas de realizar faloplastias de aumento, que deben adaptarse a las necesidades de cada paciente, nosotros preferimos realizar un aumento del pene combinado con células regenerativas.
La recomendación más habitual es, por tanto, realizar simultáneamente un alargamiento y un engrosamiento para incrementar el volumen total y obtener un resultado más satisfactorio. Uno de los métodos de engrosamiento que ha probado ser más seguro a lo largo de los años es el que emplea injertos de grasa. Mediante esta técnica el tejido adiposo del propio paciente se emplea como material de relleno natural, evitando rechazos o intolerancias causados por materiales sintéticos. Aunque se pueden realizar de forma tradicional, los injertos de grasa se deben enriquecer con células regenerativas para aumentar la supervivencia y conseguir mayores diámetros. En el caso de emplear otro tipo de rellenos como ácido hialurónico o dermis celular, también es conveniente el uso de células regenerativas durante su implantación.
El proceso consta de tres fases. La primera fase consiste en la obtención de la cantidad de grasa que será destinada a injerto y una cantidad adicional de grasa para la obtención de células. En la segunda fase se añaden las células obtenidas al injerto de grasa; de esta forma se multiplica el número de células regenerativas y se mejora el diámetro final del pene. En la tercera fase se implanta el injerto enriquecido inyectándolo de forma cuidadosa. En el caso de que el paciente no disponga de grasa suficiente para todo solemos recomendar usar la grasa para la obtención de células y mezclar estas con ácido hialurónico o con dermis celular.
Todo este tipo de procedimientos se suele realizar en quirófano mediante anestesia espinal, no necesitando ingreso hospitalario. La recuperación suele ser muy rápida, no superando en condiciones normales los cinco a siete días. Inicialmente el pene se encontrará inflamado y necesitará en torno a dos meses para conseguir una desinflamación adecuada. Las medidas del pene se suelen incrementar en 3 cm de longitud y dos centímetros de perímetro. El paciente deberá respetar una abstinencia sexual completa durante no menos de un mes. Nuestra experiencia abarca más de 300 casos con un 85% de satisfacción en los pacientes.
La recomendación más habitual es, por tanto, realizar simultáneamente un alargamiento y un engrosamiento para incrementar el volumen total y obtener un resultado más satisfactorio. Uno de los métodos de engrosamiento que ha probado ser más seguro a lo largo de los años es el que emplea injertos de grasa. Mediante esta técnica el tejido adiposo del propio paciente se emplea como material de relleno natural, evitando rechazos o intolerancias causados por materiales sintéticos. Aunque se pueden realizar de forma tradicional, los injertos de grasa se deben enriquecer con células regenerativas para aumentar la supervivencia y conseguir mayores diámetros. En el caso de emplear otro tipo de rellenos como ácido hialurónico o dermis celular, también es conveniente el uso de células regenerativas durante su implantación.
El proceso consta de tres fases. La primera fase consiste en la obtención de la cantidad de grasa que será destinada a injerto y una cantidad adicional de grasa para la obtención de células. En la segunda fase se añaden las células obtenidas al injerto de grasa; de esta forma se multiplica el número de células regenerativas y se mejora el diámetro final del pene. En la tercera fase se implanta el injerto enriquecido inyectándolo de forma cuidadosa. En el caso de que el paciente no disponga de grasa suficiente para todo solemos recomendar usar la grasa para la obtención de células y mezclar estas con ácido hialurónico o con dermis celular.
Todo este tipo de procedimientos se suele realizar en quirófano mediante anestesia espinal, no necesitando ingreso hospitalario. La recuperación suele ser muy rápida, no superando en condiciones normales los cinco a siete días. Inicialmente el pene se encontrará inflamado y necesitará en torno a dos meses para conseguir una desinflamación adecuada. Las medidas del pene se suelen incrementar en 3 cm de longitud y dos centímetros de perímetro. El paciente deberá respetar una abstinencia sexual completa durante no menos de un mes. Nuestra experiencia abarca más de 300 casos con un 85% de satisfacción en los pacientes.
Texto: Juan Monreal Vélez
Médico especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora
Colaborador de ASANES